- ¡Por Dios que sois hombre extraño!
- ¿Cuántos días empleáis
- en cada mujer que amáis?
- Partid los días del año
- entre las que ahí encontráis.
- Uno para enamorarlas,
- otro para conseguirlas,
- otro para abandonarlas,
- dos para sustituirlas
- y una hora para olvidarlas
Acto cuarto
Escena III
DON JUAN
- ¡Ah! ¿No es verdad, ángel de amor,
- que en esta apartada orilla
- más pura la luna brilla
- y se respira mejor?
- Esta aura que vaga, llena
- de los sencillos olores
- de las campesinas flores
- que brota esa orilla amena:
- esa agua limpia y serena
- que atraviesa sin temor
- la barca del pescador
- que espera cantando el día,
- ¿ no es cierto, paloma mía,
- que estás respirando amor?
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